Es un hecho que la contaminación del aire es mortal, pero no sólo afecta a personas que ya presentan un mal estado de salud agravando su diagnóstico, a ancianos y niños, sino que también ésta afectando la salud de personas jóvenes que están sanas.
Según el estudio “Exposure to Fine Particulate Air Pollution Is Associated with Endothelial Injury and Systemic Inflammation” de la Universidad Brigham Young publicado en la revista “Circulation research” estamos básicamente todos expuestos al riesgo de sufrir hipertensión arterial, independientemente de nuestra “buena salud”.
Además de todas las enfermedades que ya se saben como: cáncer, accidentes cardiovasculares, disminución de capacidades cognitivas, etc.
En éste estudio se consideraron 72 adultos jóvenes con una edad promedio de 23 años, sanos y no fumadores.
Los resultados indicaron que la exposición constante a las PM2,5 se asoció con aumento de los niveles de los marcadores de enfermedad cardiovascular en sangre.
La contaminación también está en el interior de los edificios, casas, oficinas, hoteles, locales comerciales, etc.
¿Qué son las PM2,5 y por qué afectan nuestra salud?
Las PM2,5 son partículas en suspensión cuyo diámetro es inferior a 2,5 micras, por lo que dado su tamaño suponen un mayor riesgo para la salud provocando una lista de enfermedades que lamentablemente va en aumento.
Estas partículas en suspensión se encuentran en el aire y son consideradas un indicador de la contaminación urbana, en gran medida provienen de las emisiones de los vehículos diesel en la ciudad.
Los efectos que tienen sobre nuestra salud son muy graves gracias a su gran capacidad de penetración en las vías respiratorias, es decir, al ser “respirables” por lo que se acumulan en el sistema respiratorio viajando incluso al torrente sanguíneo.
PURETi destruye las PM2,5
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